¿Por qué muchas personas han dejado de disfrutar la Navidad? ¿Eres tú una de ellas? ¿Te invade el sentimiento de nostalgia y tristeza? o ¿tal vez te conviertes en el Pitufo Gruñón de la Navidad? Si algo de esto te suena, este artículo es para ti.
Primero de todo quiero anteponer mi respeto a tus sentimientos y decirte que me dirijo a ti, siempre, con el objetivo de aumentar tu bienestar y el de los tuyos. Es cierto que la Navidad no es un período cualquiera, y que tus emociones están más a flor de piel que en otras épocas del año y por eso he querido dedicarte estas palabras.
Mi buena noticia para ti hoy es que no es culpa tuya que a veces te sientas tan mal en estas fechas y lo mejor de todo es que puedes desde hoy, activar tus recursos para cambiar tu estado de ánimo y disfrutar de la Navidad. Estoy convencida de que te lo mereces.
Por eso te recuerdo una vez más que tu cerebro está diseñado para detectar antes lo negativo que lo positivo, con lo cuál, en estas fechas tan señaladas, de forma inconsciente tu mente te sitúa en las pérdidas, en lo que te falta, en lo que no has conseguido a lo largo del año, en los seres queridos que ya no están, en la pareja que ya se fue, por eso, sin darte cuenta tus pensamientos te provocan sentimientos de tristeza, dolor e incluso ira. Todo ello además, se ve aderezado por la avalancha de campañas publicitarias que te recuerdan constantemente que estás en Navidad y además te incitan a pensar ¿qué vas a pedirle a Papá Noel?, ¿qué le pides al Año Nuevo?, ¿qué le pides a los Reyes?… Entonces tu mente se posiciona en lo que quieres y no tienes, en pedir y te dice que se avecinan un montón de gastos para los que tal vez te falten recursos económicos, otra vez la falta, la escasez. ¿Ves lo que quiero decirte? O tal vez hay algún anuncio que te pregunte ¿qué tienes para dar estas Navidades? ¿qué le ofreces tú al Año Nuevo?
Así que date un respiro, sí, de forma literal, párate y respira, regálate unos minutos aquí y ahora para drenar esos pensamientos negativos que tanto daño te hacen y que te están limitando a pasar esas Felices Navidades que tanto le deseas a otros. Sólo respira profundo y trae a tu mente todas las cosas que tienes para agradecer, toda la gente que está a tu lado, todas las experiencias bonitas que has vivido este año, los regalos que has recibido, las personas nuevas que has conocido, las cosas nuevas que has aprendido, …. Sólo respira profundo, cierra los ojos y sonríe con todos estos pensamientos positivos, dile a tu mente lo abundante y afortunado que eres y comparte esa sensación con todos tus seres queridos, ese es el mejor regalo que puedes hacerles y además es gratis.
El error de base es que ponemos el foco en el lugar incorrecto, por muchos obstáculos que estés viendo ahora, te invito a mirar más allá, a preguntarte qué es lo que aún puedes hacer para conseguir lo que deseas, qué oportunidades tienes que no habías contemplado hasta ahora. Deja de lamentarte y dale un giro a tu visión sesgada de la situación que vives hoy.
Tú, no eres sólo tu cerebro, eres un todo, compuesto de mente, cuerpo, emociones y alma, por esa razón tu eres capaz de reestablecer el equilibrio en ese todo holístico que es tu ser, puedes entrenar tu cerebro para ser más feliz, también en Navidad. Tan sólo necesitas información de calidad para integrar en tu día a día hábitos de bienestar. Mi experiencia es que es posible aprender a elegir nuestros pensamientos, nuestras palabras, nuestras acciones de cada día y conseguir un resultado tan espectacular como es vivir desde la felicidad y la abundancia.
¿Ya has hecho tu lista para los Reyes Magos? Espero haber llegado a tiempo, te propongo que este año hagas una lista diferente, primero escribe todas las cosas que ya tienes y da las gracias, agradece de corazón. Y, en segundo lugar, escribe qué dones, valores, talentos, capacidades y recursos estás dispuesto a regalarle tú al Año Nuevo. Tal vez este sea el año que recuperes tu espíritu navideño. Felices Fiestas.
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